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    Javier Raygoza Munguía
    Director del semanario PÁGINA Que sí se lee!
    de la Ribera de Chapala

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    Luis Enrique Orozco Pbro.
     

    Miembro de la Comisión de Divulgación Histórica de Guadalajara 

    Nuestra Señora  de Lourdes  De Chapala 

    Reseña histórica ordenada por el Sr. Cura D. Raúl Navarro, como un homenaje de la Parroquia de Chapala a la Madre de Dios, en el primer centenario de sus apariciones en la gruta de Lourdes, Francia. 

    Chapala, Jalisco, México 

    Año Jubilar Lourdense de 1958

     

     

    Imprimatur

    Guadalajara, 3 de agosto de 1957

    +José,  Arzobispo de Guadalajara

    Protesta

    Todo esto escrito queda sujeto al juicio de la Santa Iglesia, y hago constar que lo que aparezca con carácter de milagroso o sobrenatural solo se funda en la falible autoridad humana de las fuentes históricas que fueron consultadas para confeccionar esta reseña mariana.

     

     

    El Autor

     

     

    Dedicatoria

    A la Inmaculada Virgen María, Madre de Dios y Misericordiosa Madre Nuestra, venerada en su Santuario de Lourdes de Chapala que para mí entraña tantos recuerdos; pues que en su altar celebré muchas veces la Santa Misa, y a sus benditos pies deposité mis pobrecillas y angustiadas oraciones cuando, acosada mi alma por penosa enfermedad, por prescripción médica viví, algunos días, al pie de su solitaria montaña y a la sombra bienhechora de su esbelto y diminuto  Santuario, dedico estas humildes páginas con mi deseo más ardiente de verla ciñendo  aurea corona.

    Al digno y celoso Párroco de Chapala, Pbro. D. Raúl Navarro, reconstructor asiduo del mismo devoto y poético Santuario, e iniciador de los solemnes  festejos del primer centenario de las apariciones de Nuestra Señora en la gruta de Massabielle, que culminarán con la Coronación Solemne de la referida y bendita imagen, a los marianos hijos de la siempre  florecida Villa de Chapala, a quienes conocí cariñosos y respetuosos hacia el sacerdote de Cristo, piadosos, devotos y amantes no menos de la siempre Virgen María, dedico también este trabajo, con admiración y como un sincero testimonio de mi gratitud, respeto y sacerdotal cariño.

     

     

    Luis Enrique Orozco, Pbro.

     

     

    En Guadalajara, Jal. y en el 99 aniversario de las maravillosas apariciones de Nuestra  Señora en Lourdes, Febrero 11 de 1957.

     

     


    Nuestra Señora de Lourdes

    El 8 de diciembre de 1854 S.S. el Papa Pío IX  definió dogma de Fé la Concepción Inmaculada de  María y cuatro años más tarde la misma Madre de Dios se dignó manifestar su agrado por la definición apareciéndose a una niña llamada María  Bernarda Soubirous en una gruta situada en las rocas denominadas Massabielle o sea “rocas viejas” en las inmediaciones de la aldea de Lourdes, al pie de la cordillera de los pirineos, en los límites de Francia con  España. 

    El 11 de febrero de 1858 Benardita Soubirous, acompañada de una amiga vecina y de su hermana María, se dirigió a recoger  leña rumbo a las rocas Massabielle. Al descalzarse Bernardita para pasar el río Gave, que corre al pie de las rocas, oyó el ruido de un viento impetuoso y dirigiendo su mirada a la cavidad de la gruta vio una hermosísima señora vestida de túnica blanca y de un largo velo, también blanco, que cubría su cabeza y descendía hacia los pies en los que posaba una brillante rosa de oro. Ceñía su talle una flotante faja azul y de sus manos juntas ante el pecho pendía rico rosario de perlas que remataba en una cruz de oro. 

    Sus apariciones en aquella gruta fueron 18 y en ellas pidió a la vidente el rezo del Rosario, la erección de una capilla a donde debía recurrirse en peregrinación e hizo que Bernardita con su dedo hiciera la tierra y brotó una fuente milagrosa cuyas aguas desde entonces han curado prodigiosamente multitud de enfermos desahuciados. Finalmente al insistente ruego de la vidente de que la Señora declarase su nombre juntando Ella sus manos ante el pecho y elevando sus ojos al cielo exclamó. “Yo soy la inmaculada concepción”. 

    La autoridad Eclesiástica instituyó un prudente y riguroso proceso de estos hechos y después de maduro examen el Excmo. Sr. D. D. Bertran Severo Laurence Obispo de Tarbes a donde pertenecía Lourdes, por su Decreto del 18 de enero de 1862, declaró verdaderas las apariciones de Nuestra Señora y aprobó el culto a Nuestra Señora  de Lourdes,  transformándose desde entonces la gruta de Lourdes en un centro de numerosas peregrinaciones de todo el mundo y la fuente en una oficina de milagros. Once años más tarde el mismo Papa Pío IX confirmó con su Autoridad Apostólica la sentencia dictada por el Sr. Obispo de Tarbes.

    La vidente de la Virgen, Bernardita Soubirous, se hizo después religiosa en el Convento de las Ursulinas de Nevers donde  llevó una vida humilde, recogida y santa y donde también murió el 16 de abril de 1879. Después de los debidos procesos la beatificó el Papa Pío XI el 14 de julio de 1925 y el mismo Pontífice  la colocó en el catálogo de los santos, el 8 de diciembre de 1933, con el nombre de Santa María Bernarda Soubirous. 
     

    El Santuario de Lourdes de Chapala

    En la ladera meridional del cerro llamado de Ixtle, al oeste de la Iglesia Parroquial de la florida y pintoresca Villa de Chapala, se eleva un moderno y devoto Santuario, centro de piedad mariana, dedicado a Nuestra Señora de Lourdes. Una elevada  y empedrada calzada, adornada a sus lados de palmeras, desemboca y conduce a una terraza abierta en los flancos de la montaña donde se encuentra el Santuario, de frontis original y sencillo, con una elevadora torres que remata en su capulino con su respectiva cruz. Una escalinata con balaustrados lleva a la puerta de entrada formada por  un arco de medio punto coronado por una hornacina de labrada de cantera rosada con la pétrea estatua de la Virgen titular.

    Al lado derecho, sobre peldaños de piedra, y salpicada de florecidas y cultivadas plantas, se sigue extendiendo la terraza donde, teniendo  a la espalda la montaña, se  yergue sobre su pedestal una estatua de Nuestra  Señora de Lourdes, de mármol blanco y casi  de tamaño natural, teniendo a sus pies, también sobre su respectivo pedestal, a Bernardita Soubirous de rodillas y absorta en la contemplación de la Señora Celestial.

    El paisaje que de aquí se contempla es sobremanera bello y encantador.

    Un cielo siempre azul adornado de diáfanas y plateadas nubes envuelve siempre el hermoso panorama Chapala, silencioso ahora y tranquilo, se recuesta con su caserío al pie de la montaña y se va extendiendo hasta la orilla del conocido tradicionalmente por Lago de Chapala cuyas linfas retratan los celajes y la larga cadena de cerros de color violáceo que militan el horizonte destacándose  magestuoso  entre ellos el  que llaman hasta ahora Cerro de García, a cuyos pies parecen también dormir tranquilos los poblados de San Pedro, Tuxcueca, San Luis Soyatlán y Tizapan  El Alto. Todo este cuadro está matizado aquí y allá por incontable multitud de alegres palmeras, cedros, jacarandas en flor, cipreses, sauces de primoroso  verdor, laureles de  la India, etc. que contrastan alegremente con la variedad de enredaderas y bugambilias de abigarrados colores que cuelgan de casi todas las casas de veraneo de los acaudalados vecinos de la Ciudad de Guadalajara que han construido allí sus fincas de recreo.

    A la verdad no podía haberse encontrado lugar más encantador para levantarle un trono a la Santísima Virgen  María.

    El interior del Santuario es de tres bóvedas planas, con ábside semicircular en el presbiterio, decorado de blanco y diversos tonos de azul que le dan un aspecto recogido y devoto y alegre. Está dotado de lo necesario para celebrar las funciones del culto y se mantiene limpio y aseado. En el centro del presbiterio está el altar  de mármol blanco de Carrara en cuyo retablo se muestra la imagen de nuestra Señora de Lourdes que desde que fue colocada no ha dejado de dispensar su amor y misericordia maternales a quienes suben a la montaña en demanda de gracias y favores.

     

    Origen de Santuario

    El Sr. D. Guillermo González  Hermosillo y Brizuela, vecino de Guadalajara y dueño de una quinta de veraneo en Chapala, deseoso de que los vecinos del barrio del Ixtle y demás personas que allí tienen sus residencias gozaran  de mejor atención espiritual y tuvieran más a la mano un lugar de oración ideó levantar este Santuario en tan adecuado y bello lugar. Aprobó la idea el Párroco de Chapala, Pbro. D. Antonio de Alba, y con anuencia del Excmo. Sr. Arzobispo de Guadalajara, Dr. D. José Garibi Riviera, se constituyó el debido Comité Pro-Construcción que quedó integrado  por el Ilmo. Y Rvmo. Mons. D. Manuel Diéguez como  Presidente ayudado del mismo Sr. Cura D. Antonio de Alba y de varios miembros de la Colonia  Francesa radicada en Guadalajara, entre ellos el Sr. D. Guillermo González Hermosillo y Brizuela, citado y señoras Da. Concepción Ibarra de Troutier. Da. María Ancira de Schnaider y señorita Da. Amparo Martínez.

    La Sra. Da. Concepción Ibarra de Troutier y Srta. Amparo Martínez comenzaron hacer las primeras colectas de donativos para la obra y además de la Colonia Francesa nombrada prestaron valiosa ayuda los señores D. Walter Schnaider, Dn. Agustín Trutier, las señoritas Da. Guadalupe Gallardo, Da. Ma. De la Luz Brizuela y “varias personas de las que pasan temporada en Chapala” en la estación de las lluvias.

    El Sr. Ing. D. Luis Ugarte hizo los diseños del nuevo Santuario que sería dedicado a Nuestra Señora de Lourdes y el 18 de marzo de 1940 se colocó con solemnidad la primera piedra. Más de treinta mil pesos se llevó la construcción y tanta actividad desplegó el Comité y hubo tanto entusiasmo en cooperar a esta obra que al  año siguiente el nuevo Santuario estaba concluido.

     

    La Dedicación

    Tocando este asunto un autor se expresa así: “El día 15 de agosto del año 1941 se hizo la bendición de la Capilla de nuestra Señora de Lourdes y el día 19 del mismo mes se hizo la Solemnísima primera Peregrinación y la bendición de la imagen, por el Sr. Arzobispo de Puebla (que lo era entonces el Excmo. Sr. Dr. D. Pedro Vera y Zuria), con asistencia de otros cinco señores obispos y varios Prelados de la República que un día antes asistieron en Guadalajara a la Coronación de Nuestra Señora del Rayo”. 

    Por su parte la señorita Ma. Del Carmen Garibi Rivera hermana del actual  Sr. Arzobispo de Guadalajara, y María Ornelas Romero, ayudadas de la Asociación de las Marías  de los Sagrarios Calvarios de Guadalajara  con mariano empeño, digno de alabanza, procuraron dotar al nuevo Santuario de ornamentos sagrados y demás objetos necesarios para el servicio del culto divino.

    El Ilmo. Rvmo. Mons. D. Manuel  Diéguez fue el primer Capellán y desde su Iglesia de San José de Gracia de Guadalajara se trasladaba a Chapala los domingos y días festivos para celebrar la misa en el nuevo Santuario, atender a los fieles y a los necesarios servicios religiosos, así como también para celebrar solemnemente las fiestas anuales del 11 de febrero que conmemora la aparición de la Virgen María en la Gruta de Massabielle.

     

    La devota estatua de Nuestra Señora

    La artística y venerable imagen de Nuestra Señora de Lourdes, titular de este pequeño Santuario, es obra escultórica del artista queretano D. Agustín de Espinosa quien recientemente falleció en Guadalajara el 4 de febrero de 1957. El Ilmo.  y  Rvmo. Mons. D. Manuel Diéguez se la mandó hacer y fue pagado su costo por la señorita María Ugarte Garagarza quien la donó como un obsequio al nuevo Santuario. Ya se indicó que fue bendecida solemnemente por el Exmo. Sr. Dr. D. Pedro Vera y Zuria, Arzobispo de Puebla, el 19 de agosto de 1941 y con suma devoción y fervor desbordante se colocó  en el mismo día en el retablo de mármol de Carrara  del gracioso altar mayor del Santuario, donde hasta ahora permanece, y es el objeto de esta breve reseña. 

    Poco después la señorita Da. Guadalupe Gallardo donó la marmórea estatua de Nuestra Señora de Lourdes cuya esbelta y blanca figura he dicho que aparece sobre su pedestal, en un recodo de la agreste montaña muy cerca del Santuario. El Sr. D. Mauricio  Brun y su señora esposa regalaron la de Santa María  Bernarda Soubirous que, también sobre su pedestal, arrodillada y con el rosario en las manos contempla absorta a la Divina Señora de los Cielos. 

    El conjunto es artístico, devoto y atractivo. ¡Con cuanta ternura y devoción profunda se acercan los fieles a  besar el pie de esta hermosa estatua de la Virgen María! Erguida siempre sobre su pedestal, con las manos juntas sobre su pecho, con sus bellos y angelicales ojos elevados continuamente al Cielo, como implorando las gracias de Dios para sus hijos, parece decir a los habitantes de Chapala, cuyo caserío duerme  anidado bajo sus pies, con el v. 5 del Cap. I del Cantar de los Cantares de Salomón: “Posuerunt  Me Custodem”. “Me pusieron aquí para que los cuide”. 

    Fuente de gracias

    Así como en Lourdes la Virgen  Santísima estableció una fuente de milagros, al hacer brotar el manantial de preciosas aguas que han obrado verdaderos prodigios hasta en nuestros días, así al establecerse en su Santuario de Chapala, ha hecho brotar de su compasivo Corazón Inmaculado una fuente de favores y de gracias  que derrama constantemente en quienes acuden a postrarse ante sus aras. Así lo atestiguan cuatro  cuadros de madera, de fondo de terciopelo azul, colocados en el ábside, detrás del altar mayor, y completamente atestados de figuras de oro y plata. Cada una de ellas, como dijera un autor, representa el socorro de María en el lance apurado de sus hijos. Son los exvotos de la gratitud por los favores recibidos.

     

    De entre ellos sólo narraré dos, dada la brevedad de esta reseña:

    Cuando se construía el segundo cuerpo de la torrecilla de este Santuario se desprendió  del andamio un joven de 14 años que trabajaba en la obra como peón precipitándose hasta el suelo. Quienes presenciaron el caso, juzgando una muerte inevitable, con grande alarma invocaron a Nuestra Señora de Lourdes cuyo Santuario se construía. ¡Raro prodigio de la Virgen María!  No obstante que el joven cayó de cabeza sobre multitud  de piedras allí amontonadas para la construcción se levantó completamente ileso; pero con el consiguiente susto por haberse visto tan cerca de la muerte.

    El otro es el siguiente: Siendo de cinco meses de edad la niña Ana Toussaint del Castillo, fue atacada de una rara enfermedad en los bronquios que al año y medio  degeneró en una asma furiosa y tenaz, con aspecto de incurable según el dictamen de los médicos. Sus piadosos y angustiados padres desde Guadalajara se trasladaron a Chapala y en el Santuario de Nuestra Señora de Lourdes hicieron fervientes súplicas a la Virgen rogándole les alcanzara la salud de su hija. Se le sujetó en seguida a nuevo tratamiento médico y el favor de Nuestra Señora de Lourdes no se hizo esperar. La niña sanó completamente y tal vez sintiéndose con una deuda muy grande con Nuestra Señora y con vocación a la vida religiosa entró al primer Monasterio de la Adoración Perpetua de Guadalajara donde hizo su profesión religiosa y donde aun persevera conservando singular devoción a la Virgen de Lourdes cuya pequeña estatua preside siempre desde niña  la cabecera de su lecho.

    ¡Así corresponde la Virgen Madre a quien sabe invocarla con confianza, humildad, amor, y perseverancia!

    Reconstrucción del Santuario de Lourdes

    El Sr. D. Agustín Troutier y su esposa Da. Concepción  Ibarra de Troutier, dueño de hermosa quinta veraniega denominada “Villa Niña” adornada  de floridos y espléndidos jardines, y situada al final de la calle denominada ahora de Morelos, tuvieron bajo su cuidado el Santuario desde su dedicación y durante el tiempo en que fue Capellán Mons, D. Manuel Diéguez. Por mucho tiempo atendió la sacristía, el aseo del Santuario y el cultivo de las plantas de la explanada, Julio Medina, uno de los más honrados y fieles sirvientes de los señores Troutier. Y  cuando ya no pudieron tener al frente del Santuario a la persona referida, de su propio peculio pagaban un mozo que desempeñara los anteriores servicios a Nuestra Señora.

    Delicado de salud, Mons. Diéguez tuvo que separarse del Santuario de Lourdes y el Excmo. Sr. Arzboispo Dr. D. José Garibi Rivera dispuso entonces que se hiciera entrega del Santuario y sus anexos al Párroco de Chapala, Pbro. D. Antonio de Alba quién recibió todo bajo su cargo en el año de 1951.

    El Sr. D. Agustín Troutier y Mons. D. Manuel Diéguez que tanto hicieron por este Santuario murieron, ambos en Guadalajara, el primero el 15 de febrero de 1954 y el segundo el 21 de enero de 1955. Sin duda la Virgen les pagó ya cuanto por ella hicieron; pero la justicia pide, por lo mismo, que sus nombres se recuerden con gratitud y cariño en esta reseña de la Virgen de Lourdes.

    Habiendo sido nombrado canónigo de la Colegiata de San Juan de los Lagos el Sr. Cura D. Antonio de Alba, el Excmo. Sr. Dr. D. José Garibi Rivera, Arzobispo de Guadalajara, nombró para sucederle en el Curato de Chapala,  el 27 de abril de 1954, al Sr. Pbro. Raúl Navarro,  que varios años había sido abnegado Vicario del Párroco anterior, y el cual  tomó posesión de la parroquia el 1º de mayo inmediato.

    El primer cuidado del Sr. Cura Navarro al encargarse de Chapala  fue atender la reconstrucción del Santuario de Lourdes que amenazaba a ruina por la multitud de cuarteaduras debidas a la resequedad del terreno causada por la sistemática desecación del Lago de Chapala, a partir del año de 1950, y que ocasionó también la ruina de fincas de los vecinos del barrio del Ixtle.

    El mismo Sr. Ing. D. Luis Ugarte que construyó el Santuario dirigió esta reconstrucción que fue iniciada el 9 de mayo de 1954 y en la cual invirtió el Sr. Cura Navarro cerca de $45,000 pesos, pero se logró detener el avance de los grietas y gracias a esto el Santuario permanece en la misma planta y conserva su forma y hermosura originales.

     

    Las fiestas de nuestra señora de Lourdes

    El barrio del Cerro del Ixtle se viste de fiesta para conmemorar las apariciones de la Virgen Inmaculada en la gruta de Massabielle todos los años el 11 de febrero.

    El día 8 comienza el triduo de preparación que consta de misas solemnes y ejercicios vespertinos con predicación y Exposición Eucarística. Los vecinos del  barrio del Ixtle y los miembros de la Colonia Francesa de Guadalajara, con otras personas devotas de la Virgen de Lourdes costean los gastos que originan estas festividades.

    Estando el Santuario engalanado de luces y flores y el altar de la Virgen adornado de cera escamada se entonan los Vísperas Solemnes el día 10 por la noche. La aurora del día 11 es saludada con el típico y tradicional canto de las mañanitas, en medio del continuo repique de las campanas del Santuario, y del continuo tronar de cohetes y bombas. Sigue  la Misa de Comunión General y, a media mañana, se tiene la Solemnísima Misa de Función  en que se hace el panegírico de las apariciones de Nuestra Señora en la gruta de Massabielle, de la lejana Lourdes y queda manifiesto el Santísimo Sacramento durante todo el día. 

    Es muy conmovedor el ejercicio especial para enfermos que se tiene en la explanada cercana al Santuario hacia el medio día. Sale en procesión el Santísimo Sacramento y se va dando la Bendición Eucarística individualmente  a cada enfermo, de los que se han reunido al pie de la blanca y marmórea estatua de Nuestra Señora, mientras cada uno, lleno de fe y de esperanza, va repitiendo las frases bíblicas que otrora dijeran los enfermos al paso terreno de Jesús. 

    Después del ejercicio vespertino se baja de su regio altar la V. imagen de Nuestra Señora de Lourdes y en devota y solemne procesión sale de  su Santuario para recorrer  las callejuelas del barrio del Ixtle y es llevada hasta la iglesia Parroquial de Chapala en medio de los repiques festivos de las campanas, del continuo tronar de  los cohetes, de las alegres notas de la banda de música y sobre todo en medio de las plegarias y vivas del devoto y mariano pueblo de Chapala que con grande devoción acompaña en su paseo triunfal a la Divina Señora.

    De regreso a su devoto Santuario se sigue un piadoso ejercicio en sufragio de los difuntos bienhechores y devotos de la Virgen de Lourdes Chapala.

    Las calles aparecen engalanadas con moños, lazos y festonas de papel con los colores blanco y azul. Es continuo el ir y venir de los fieles que suben a la montaña a visitar a Nuestra Señora y a ofrecerle el afecto filial de su corazón. Mientras tanto la música toca y ya muy entrada la noche se terminan las fiestas con muy lucidos fuegos pirotécnicos dispuestos en alto castillo y a lo cual es tan afecto nuestro cristiano y mariano pueblo.

     

    El año jubilar Lourdense

    El 11 de febrero de 198 se cumple el Primer Centenario de las apariciones de la Virgen María en la gruta de Lourdes. El Excmo. Sr. D. D. Pedro maría Theas, Obispo de Tarbes  y Lourdes, ha pedido y obtenido de S.S. el Papa  Pío XII,  sea declarado año jubilar Lourdense del 11 de febrero de 1958 al 11 de febrero de 1959, con especiales gracias y solemnidades que tendrán resonancia en todo el Orbe Católico. También habrá especiales cultos en aquellos lugares del globo donde es honrada Nuestra Señora de Lourdes,  promovidos, tal vez, por sus hijos y devotos.

     

    El Sr. Cura d. Raúl Navarro  ha preparado el programa de los festejos con que la Parroquia de Chapala  honrará a Nuestra Señora de Lourdes, en su Año Jubilar, con solemnidad y esplendor. En este programa  figura en primer término la ejecución de una réplica de la Gruta de Massabielle, en la explanada contigua al Santuario. La idea de esta gruta, a raíz de la dedicación del Santuario, la tuvo Mons. D. Manuel  Diéguez secundado por D. Agustín Troutier y con este fin se hizo la explanada y la Srta. Gallardo y los Sres. Brun regalaron  las estatuas de mármol de la Santísima Virgen y Santa  Bernardita que en ella ahora están; pero la crisis monetaria impidió la realización de tan bello proyecto.

    El 11 de enero de 1957 y bajo la acertada dirección del Sr. Ing. D. Luis Ugarte dieron comienzo los trabajos de la gruta con la ayuda de las faenas  de los albañiles de Chapala “proyectándose su estreno para el Centenario, como parte de los festejos”.

    El mismo Sr. Cura D. Raúl Navarro ha tenido la feliz idea de promover la Coronación Solemne, por Decreto  Episcopal, de la imagen de Nuestra Señora de Lourdes que se venera en el altar mayor del Santuario como un ferviente testimonio de filial amor y acción de gracias por tantas gracias y favores maternales que ha dispensado la Santísima Virgen desde que asentó su trono en el Centro del Ixtle. Este será el áureo número que cierre los solemnísimos festejemos del Año Jubilar Lourdense.

    Digno es pues de toda alabanza, tal propósito de  glorificar así a la Excelsa Madre de Dios en su centenario, y realizados estos en verdad grandiosos actos, muy atinadamente el mariano poeta podrá contar a la noble y gentil Parroquia de Chapala:

    “¡Oh mil veces feliz, ciudad hermosa!

    Que a la Madre de Dios así engrandeces:

    Bendecida serás mil y mil veces;

    Tú también serás grande y poderosa”.

    FIN 

    ¡AD Majorem inmaculatae  mariae gloriam!

     

     

     

     

    Fuentes históricas

    Consultadas para escribir esta reseña:

    ALBA, Antonio de “CHAPALA”, Guadalajara, año de 1954. Págs. 136 y 153.

    CARDOSO S.J. Joaquín. “Bernardita Soubirous”.

    En la Cruzada Eucarística”. México. Dic. De 1933 y Enero de 1934.

    F. JOSUE SCH. “PRODIGIOS DE MARÍA”. Buenos Aries.

    1945. Pág. 50

    LASSERRE, Enrique. “NUESTRA SEÑORA DE LOURDES”. San José  de Mariquina, Chile Año de 1942.

    Págs. 315-325.

    LÓPEZ BELTRÁN  Pbro. Laura “LOURDES Y EL TEPEYAC”. México. 1957 Pags. 5-32

    LOURDES. Folleto de la E.V. C. México.1954. Págs 3-56

    NAVARRO, Pbro. Raúl Párroco actual de Chapala, Jal. Datos complementarios  que proporcionó al Autor por carta del 14 de febrero de 1957.

    OROZCO, Pbro. Luis Enrique. Información testimonial que levantó, el 18 de marzo de 1956, entre varios miembros de la Colonia Francesa radicada en Guadalajara sobre la construcción y dedicación del Santuario de N.S. de Lourdes de Chapala, Jal.

    PROGRAMA: “Solemne Triduo en honor de la Santísima Virgen de Lourdes en su Santuario de Chapala, Jal. febrero de 1955.

    Sirven de complemento las noticias, datos y observaciones personalmente recogidas por el Autor durante una corta estancia en Chapala entre los meses de enero y febrero de 1955.

    Esta breve reseña se terminó de imprimir el día 31 de octubre de 1957, en el taller de la Imprenta “Colón” Angulo 842, Guadalajara, Jal.

     

     

     

    La gruta de nuestra señora de Lourdes, en Francia

    Trono de las misericordias de María sobre la tierra y centro mundial de numerosas y marianas peregrinaciones.


    Exterior del Santuario de Lourdes de Chapala

    Recostado en los flancos de la montaña, el Santuario de Nuestra Sra. De Lourdes deja asomar su costado oriente. Al pie está el Párroco actual de Chapala.

     

     

     

     

     

    Anonymous

    Sandra Dulce

    13 Apr 2016 - 06:27 pm

    Buenas tardes. Quisiera saber sí es posible celebrar una ceremonia para renovación de votos para mis padres que cumplen 50 años de matrimonio. Somos un grupo de 14 personas que viajamos desde Canada y California. Todos somos Colombianos y encontré este bello Santuario y la virgen significa mucho para nuestras familias. La fecha sería el 25 de Junio. Si prefiere que llame lo haría sin ningún problemaagradezco mucho por la información. Atentamente
    Sandra Dulce

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